HOSPITAL PROVINCIAL
UNIVERSITARIO FAUSTINO PÈREZ
Carcinoma de pene. Nuestra experiencia.
Penis carcinoma. Our experience.
AUTORES:
Dr. Ronaldo González Martín (1)
Dr. Omar Granado Oreña (1)
Dra. Eurika Chacón Ramos (1)
Dr. Andrés Fernández García (3)
Lic. Yanelis Pérez Sotolongo (2)
(1)Especialista
de 1er Grado en Urología.
(2)Licenciada en Enfermería.
(3)Especialista de 1er Grado en Urología. Profesor
Instructor.
RESUMEN
El carcinoma de
pene es una rara enfermedad que sólo representa menos del 1%
de todas las neoplasias malignas en el hombre, con una mayor frecuencia
después de la sexta década de la vida. La etiología
de esta enfermedad se ha visto relacionada con los efectos irritativos
crónicos que produce el esmegma, sobre todo en hombres no circuncidados.
Fueron diagnosticados ocho pacientes como carcinoma epidermoide de pene
en el período comprendido de abril de 1997 a noviembre del 2000,
a través de biopsia de la lesión primaria, llevamos tratamiento
antimicrobiano preoperatorio y posteriormente tratamiento quirúrgico
con seguimiento por consulta externa. El tipo de lesión más
frecuentemente encontrada fue la papilar exofítica. En todos
los casos se reportó la variedad histopatológica de carcinoma
epidermiode. El tratamiento primario fue penectomía parcial en
7 casos (87,5%), Se realizó escisión local amplia y circuncisión
1 caso (12,5%) y linfadenectomía en 2 pacientes (25%) y quimioterapia
se indicó en 1 caso (12,5%), 2 pacientes fallecieron (25%).El
carcinoma de pene es potencialmente curable si se trata precozmente.
El padecimiento aunque no es frecuente, se detecta en estudios avanzados
requerimiento de abordaje quirúrgico (penectomía parcial,
linfadenectomía inguino-crural) y en ocasiones quimioterapia.
DESCRIPTORES(DeCS):
NEOPLASMAS
DEL PENE / cirugía
NEOPLASMAS DEL PENE/diagnóstico
NEOPLASMAS DEL PENE/epidemiología
CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS/diagnóstico
CARCINOMA DE CÉLULAS ESCAMOSAS/ cirugía
ADULTO
INTRODUCCIÓN
El carcinoma de
pene constituye menos del 0,5% de las neoplasias malignas en el hombre,
aunque existen regiones sobre todo en países subdesarrollados
(Sud-América, África, Asia) que la incidencia es alta
alcanzando de 10% a un 20% (1-3). Su incidencia anual en los Estados
Unidos es de 0,5 a 1,5 por cada 100 000 hombres, con una mayor frecuencia
entre la sexta y séptima década de la vida.
Esta enfermedad ocurre casi exclusivamente en hombres no circuncidados
y su desarrollo se ha relacionado con los efectos irritativos crónicos
del esmegma, los cuáles se acentúan en presencia de fimosis,
habiéndose asociado también a infecciones por papiloma
virus humano (H.P.V) de transmisión sexual principalmente con
los tipos 6, 18 y 33. (2,4,5)
El carcinoma de pene se inicia generalmente a nivel del glande como
una lesión pequeña que se extiende de manera gradual y
puede presentarse de tipo papilar exofítica o plana – ulcerada,
siendo hasta el 95% de los carcinomas, de tipo de células escamosas.
(2,3,6)
Es obligado identificar el carcinoma del pene y la profundidad de la
lesión por medio de una biopsia antes de comenzar cualquier tratamiento
y la selección de este dependerá del tamaño, ubicación,
invasión y etapa del tumor. (7,8)
Para la evaluación exacta de la lesión primaria y la identificación
de la enfermedad metastásica la clasificación más
comúnmente empleada es la sugerida por Jackson en 1966 (2) (cuadro
No. 1).Además el Comité Americano conjunto sobre el cáncer
(AJCC) designa la clasificación por la nomenclatura tumor primario,
presencia de nódulos linfáticos y evidencia de metástasis
distantes (TNM). (9) (cuadro No. 2)
El tratamiento primario del carcinoma de pene es la penectomía
parcial o total, la linfadenectomía inguinal forma parte del
tratamiento quirúrgico, pero se reserva para los casos con adenopatías
inguinales metastásicas, comprobadas o por aquellas adenopatías
que persisten por más de 6 semanas después de la penectomía,
o pacientes con carcinomas diferenciados precariamente (10,11). En nuestro
servicio el comportamiento de la enfermedad no ha diferido con lo reportado,
relacionado con los grupos de edades, así como en los factores
causales, por lo que decidimos describir las características
clínicas y epidemiológicas en este grupo de pacientes.
MATERIAL Y MÈTODO
Entre abril de 1997 y Noviembre del 2000 se recibieron en el servicio
de Urología del Hospital Univ. “Cmdte. Faustino Pérez“
de Matanzas 8 pacientes a los cuales se les diagnosticó carcinoma
epidermoide de pene. Estos pacientes fueron atendidos por la consulta
externa, habiéndose realizado examen físico e historia
clínica, con exámenes complementarios preoperatorios,
se les tomó muestra para biopsia de la lesión sospechosa.
Una vez recibido el informe histopatológico y confirmado el diagnóstico,
se ingresaron para tratamiento con antibióticos de amplio espectro
y posteriormente tratamiento quirúrgico con seguimiento por consulta
externa, una vez dada el alta hospitalaria.
RESULTADOS
Durante este período,
8 pacientes fueron tratados por carcinoma de pene con un promedio de
edad de 70 años (rango de 58 a 78 años). El sitio donde
se presentó la lesión primaria con mayor frecuencia fue
el glande en 7 pacientes (87,7%), sólo 1 (12,3%) en el prepucio.
El tipo de lesión encontrada fue la papilar – exofítica
(100%) de los pacientes. En todos los casos se encontraron adenopatías
inguides clínicamente (ver tabla I).
Se realizó penectomía parcial en 7 pacientes (87,7%) en
1 pacientes (12,3%) se realizó escisión local amplio más
circuncisión (gráfico 1), 1 caso (12,3%) recibió
quimioterapia con Bleomicina por negación familiar a ser reintervenido
por recidiva tumoral del muñón a los 8 meses de operado.Solamente
se realizaron en 2 pacientes (25%) linfadenectomía inguinal bilateral
(Tabla 2) siendo los ganglios negativos en ambos casos, las complicaciones
como infección de la herida, deshiscencia de ésta, linfocele,
linfoedema crónico de la zona y miembros inferiores, fueron secundarias
a la linfadenectomía.
El estudio anatomopatológico correspondió con la biopsia
preoperatoria en todos los casos, como carcinoma epidermoide del pene.
Ninguno de nuestros pacientes habían sido circuncidados y 2 casos
fallecieron después de 20 meses de seguimiento (ver tabla 2).
Tabla 1
Casos |
Edad |
Tipo
de Lesión |
Sitio |
Nódulos
Clínicamente |
Retardo
en el Diagnóstico |
Tratamiento
Primario |
1 |
78 |
Papilar
Exofítica |
Glande |
Si |
12
meses |
Penectomía
parcial + linfadentomía inguinal bilateral |
2 |
67 |
Papilar
Exofítica |
Glande |
Si |
8
meses |
Penectomía
parcial + linfadentomía inguinal bilateral |
3 |
64 |
" |
Glande |
Si |
12
meses |
Penectomía
parcial |
4 |
58 |
" |
Prepucio |
Si |
5
meses |
Escisión
amplia + circuncisión |
5 |
72 |
" |
Glande |
Si |
8 meses |
Penectomía
parcial |
6 |
74 |
" |
Glande |
Si |
7
meses |
Penectomía
parcial |
7 |
77 |
" |
Glande |
Si |
14 meses |
Penectomía
parcial |
8 |
70 |
" |
Glande |
Si |
12 meses |
Penectomía
parcial |
Tabla 2
Casos |
Tratamiento a Nódulos |
Patologías |
Circuncisión |
Actividad Sexual |
Seguimiento |
Clasificación T.N.M. |
1 |
Linfadentomía
inguinal bilateral |
Carcinoma
Epidermoide |
No |
No |
Exitus
24 meses |
T2,
N0, M0 |
2 |
" |
" |
No |
Activo |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
3 |
Expectante |
" |
No |
Activo |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
4 |
" |
" |
No |
Activo |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
5 |
" |
" |
No |
No |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
6 |
" |
" |
No |
No |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
7 |
" |
" |
No |
No |
Vivo |
T1,
N0, M0 |
8 |
" |
" |
No |
No |
Exitus
20 meses |
T1,
N0, M0 |


Cuadro # 1
Clasificación de Jackson (1966)
Estadío I -- Tumor limitado glande y/o pene.
Estadío II -- Tumor extendido al cuerpo del pene.
Estadío III -- Tumor con metástasis inguinales operables.
Estadío IV -- Tumor que afecte estructuras adyacentes o distantes.
Cuadro # 2
Clasificación T.N.M (1997)
Ta -- Carcinoma Verrugoso no invasivo
T1 -- Tumor con invasión a tejido subepitelial.
T2 -- Tumor con invasión a cuerpo esponjoso o cavernoso.
T3 -- Tumor que invade uretra o próstata.
T4 -- Tumor que invade otras estructuras adyacentes.
N0 -- No metástasis a nódulos linfáticos regionales.
N1 -- Metástasis en un solo nódulo linfático inguinal.
N2 -- Metástasis nódulos linfáticos inguinales
múltiples o bilaterales.
N3 -- Metástasis de nódulos linfáticos en área
inguinal o pélvica unilateral o bilateral.
M0 -- No evidencia de metástasis a distancia.
M1 -- Evidencia de metástasis a distancia.
DISCUSIÓN
La mayoría
de los pacientes con carcinoma escamoso del pene son mayores de 50 años
con un pico de incidencia entre los 60 – 69 años, en nuestra
serie la edad media fue de 70 años lo cual coincide con lo publicado
por la mayoría de los autores. (12)
Puras (13) en su serie de 500 pacientes con carcinoma de pene (CP) observaron
que 408 eran no circundados y que 68 lo habían sido de adultos,
en nuestra serie ningún paciente había sido circuncidado
(ver tabla 2) los efectos crónicos irritativos del esmegma a
que estarían expuestos estos pacientes, un producto de la acción
del mycobacterium smegmatis sobre las células decamadas y que
se acumulan en el sacoprepucial, (14) esta irritación crónica
e infección, iniciarían un proceso de transformación
maligna celular. La mayor frecuencia de presentación de este
tumor en glande, prepucio o surco coronal apoyaría esta hipótesis.
(15)
El 95% de los tumores malignos del pene son carcinomas de tipo escamoso
(15,16) como se refleja en nuestra serie. El carcinoma epidermoide puede
presentarse como una lesión exofítica de apariencia papilar,
con buena diferenciación histológica y baja incidencia
de metástasis a ganglios inguinales o menos frecuentemente como
lesión endofítica ulcerada pobremente diferenciada y causar
metástasis. (15)
La gran mayoría de los tumores invasivos están ubicados
en el glande (13, 15) como se refleja en nuestra serie (87.5%), al igual
que la variedad exofitica predominó tal como se describe en la
mayoría de los trabajos. El lapso transcurrido entre la iniciación
de los signos y síntomas y el momento de consulta es, en general,
prolongado. Se ha descrito una demora de más de un año
en el 15 - 50% de los pacientes (12). En nuestro estudio de 8 casos
el 50% de los pacientes tardaron más de un año en acudir
a la consulta. (tabla 1)
Es imperativo que en el momento de diagnosticar un tumor invasivo se
determine adecuadamente el estadío del paciente, de suma importancia
un examen físico completo, con especial atención al área
genital e inguinal y cavidad abdominal. (15)
Se encuentran adenopatías palpables en el 29-54% de los casos
(17), en nuestros pacientes el 100% presentaron adenopatías palpables
con características inflamatorias.
El tratamiento del C.P. puede variar dependiendo del tamaño y
localización de la lesión, estadío del tumor y
grado de diferenciación celular. Las lesiones pequeñas
(T1) situadas en el prepucio pueden ser tratadas con circuncisión
amplia (18). Los tumores no infiltrantes del glande pueden ser removidos
por láser (15) o por la técnica de micrografía
descrita por Mohs y cols (19). En pacientes con invasión de los
cuerpos cavernosos (T2) es obligatorio la penectomía parcial,
la total se deja para lesiones extensas donde la reconstrucción
del muñón peneal no es viable y la emasculación
en lesiones que afecten pene, uretra, escroto y periné, (15)
en nuestros casos se les realizó penectomía parcial a
7 pacientes (87,5%) a 1 paciente (12,5%) escisión amplia de la
lesión y circuncisión, (gráfico 1) 7 casos eran
(T1) y un solo caso (T2) este último presentó recidiva
del muñón y no se reoperó por no aprobación
familiar. (Gráfico 2).
El manejo de las adenopatías regionales en el carcinoma epidermoide
es un tema controvertido, (20) por un lado, se debe tener en cuenta
que el pronóstico empeora en presencia de metástasis inguinales.
Además, la linfadenectomía realizada de forma sistemática
es curativa en casi el 50% de los casos (21). Sin embargo, el precio
a pagar por la disección linfática en Bloque es alta.
La cicatrización demorada y el edema linfático a tensión
del miembro inferior y genitales externas son complicaciones frecuentes
y a menudo tardías y permanentes. (22)
Pizzocaro (16) describen la aparición de metástasis ganglionares
en solo el 16,5% de tumores (T1) bien diferenciados, frente al 55% de
tumores T1 moderadamente diferenciados o pobremente.
En nuestra serie, solamente realizamos 2 (25%) linfadenectomía
ilioinguinal bilateral, que resultaron ser adenopatías inflamatorias,
en el resto de los casos la conducta fue expectante con seguimiento
estricto de los casos, es importante conocer la alta morbilidad de la
linfadenectomía que presentaron estos casos (infección
de la herida, linfocele, linfoedema crónico del miembro inferior
y genitales externos), que está acorde a los trabajos realizados
en la literatura. (23- 25)(ver tabla 2).
CONCLUSIONES
- El carcinoma de
pene es una neoplasia potencialmente curable si se trata precozmente.
- La fimosis no
tratada durante la infancia juega un papel muy importante en la etiopatogenia.
- El sitio de aparición
de las lesiones primarias fue el glande y la lesión más
frecuente es la papilar exofítica.
- La penectomía
parcial es el tratamiento de elección en la lesión primaria.
- La conducta expectante
en las adenopatías inguinales depende del estadío del
tumor y la diferenciación celular.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
- Skinner DG,
Leadbeter W, Kelley SB. The surgical management of squamous ll carcinoma
of the penis. J Urol 1972; 107:273-8
- Schellhammer
PF, Jordan GH , Scholssberg SM. Tumores de Pene. 6 ed. Philadelphia:
W.B.B. Saunders Co; 1992 .
- Cabanas R M.
An approach for treatment of penile carcinomas. Cancer 1977; 39:456.
- Sarkar FH, Miles
B J, Plieth DH , Crissman JD. Detection of human papiloma virus in
squalors neoplasm of the penis. J Urol 1999; 147:389-92.
- Diazani C, Bucci
M, Pienangel A, Calvieri S, Degener AM. Association of human papilloma
virus type 11 with carcinoma of the penis. Urology 1998; 51:1046-8.
- Ornellas AA,
Seixas LC, Marota A. Surgical treatment of invasive squamous cell
carcinoma the penis: Retrospective analysis of 350 cases. J Urol 1994;
151:124-249.
- Herr Hlt, Fuks
Z, Sher AI. Cancer of the urethra and penis. En: DE Vita UT, Hcllman
S, Rosemberg SA, editores. Cancer: Principles and practice of Oncology
. 5 ed.Philadelphia: Lippincott – Raven Publishers; 1997. p.1380-95.
- Lepich MV. Carcinoma
of the penis and male urethra.En: Pérez CA, Brandy LW, editores.
Principles and Practice of Radiation Oncology.
- Penis En: American
Joint Committee on cancer: AJCC cancer Staging Manual.5 ed. Philadelphia:
Lippincott-Raven Publishers; 1997. p. 215-7.
- Theodorescu
D, Russo P, Shang ZF. Outcomes of initial surveillance of invasive
squamous cell carcinoma of the penis and negative nodes. J Urol 1996;155
(5): 1626-31.
- Young MJ, Reda
DJ, Walters WB: Penile Carcinoma a Twenty – Five – year
experience. Urology 1991; 38 (6): 529– 32.
- Virseda JA, Salinas
A, Hernández I .Carcinoma de pene. ¿Qué hacer
con los ganglios linfáticos regionales?. Arch Esp Urol 1995;
47: 349.
- Puras A, González-Flores
B, Rodríguez R.Treatment of carcinoma of the penis. Proc Kimbrough
Urd Sem 1978; 12: 143.
- Brkouic D, Kalble
T, Dorsam J. Tratamiento quirúrgico del cáncer de pene
infiltrante. Experiencia de Heidelberg entre 1968 y 1994. Eur Urol
1998; 5: 161.
- Puras-Báez
A, Rivera-Herrera J. Tratamiento del cáncer de pene y sus recidivas.
En: Jiménez J F, Vera C D, editores. Diagnóstico y tratamiento
de la recidiva en los tumores urológicos. Modif: Grupo Aula
Médica SA; 1996. p. 211-7.
- Pizzocaro G,
Piva L, Bandieramonte G. Actualización en el tratamiento del
carcinoma de pene. Eur Urol 1998; 5: 273.
- Solsona E. Tumores
malignos del pene. En: Jiménez J F, Rioja LA. editores.Tratado
de Urología. Barcelona: JR Prous Editores; 1993. p.1259-87.
- Bissada NK.
Conservative extirpative treatment of cancer of the penis. Urol Clin
North Am. 1992; 19: 283.
- Mohs FE, Snow
SN, Messing EM.Microscopically controlled surgery in the treatment
of carcinoma of the penis. J Urol 1985; 133: 961.
- Abi-Aad AS,
Kermion JB.Controversies in the Ileoinguinal lymphodenectomy for cancer
of the penis. Urol Clin North Am 1992; 19:319.
- Lynch DF, Schellhammer
PF.Timorous of the penis. En: Walsh PC, Retik AB, Darracott E, Wein
AJ, editores. Campbells Urology .7 ed. Philadelphia: Saunders Company;
1998. p. 2153-485.
- Parra RO, Wilson
PM, LIN JC. Conceptos actuales para el Futuro de la Uro-oncología.
Madrid: Acción Médica; 1998. p.275-89.
- RAVI R.Correlation
between the extent of nodal involvement and survival Following groin
dissection for carcinoma of the penis. Br J Urol 1993;72:817.
- Villa Vicencio
H, Rubio-Briones J, Regalado R. Grado, estadío local y patrón
de crecimiento como factores pronósticos en el carcinoma de
pene. Eur Urol 1999; 6: 144.
- Pettaway C ,
Pisters L, Dinney C . Sentinel lymph node dissection for penile carcinoma:
The M.D. Anderson Cancer center experience J Urol 1995; 154:1999.
SUMMARY
Penis carcinoma
is a rare disease that only represents lees than 1% of all malign neoplasic
in men, with utmost frequency after the sixth decade of life. It has
been noted that this disease etiology is related to chronic irritating
effects produced by the smegma, specifically in non-circumcised men.
During the period of April 1997 to November 2000 eight patients were
diagnosed as having penis Epidermoid carcinoma, thought the primary
lesion biopsy, preoperative antimicrobial treatment was carried out
and later a surgical treatment with External Consultation follow-up.
The mot frequently type of lesion found was the papillary exophytic.
In all cases the histopatologic variety of epidermiod carcinoma was
reported. In 7 cases(87,5%) the primary treatment used was partial penistomy.
Circumcision and wide local excision was carried out in one case (12,5%),lymphodenectomy
in two patients(25%),chemotherapy was indicated in case(12,5%) and 2
patients died(25%).Penis Carcinoma is potentially curable if it is treated
at an early stage. This illness although it is not frequent, it is detected
in advanced studied, requiring surgical approach(patial penistomy,inguino-crural
lymphadenectoy) and occasionally chemotherapy.
|